INFORMACIÓN DE CONTACTO artediosa@hotmail.com

lunes, 18 de junio de 2012

LUNA MENGUADA

Ya está la luna en su posición balsámica...casi Negra.  Los rituales e invocaciones que solemos hacer en esta Luna son para despedir y cortar...lo que ya no sirve. Lo podemos usar con propósitos personales como colectivos. En la mente comienzan a aparecer las nuevas ideas, nuevas semillas, de cómo deben ser las cosas. Qué debe nacer en el próximo ciclo lunar.
Para llamar a la luna e invocar su poder realizamos la apertura del círculo como de costumbre, abriendo los puntos del este, norte, oeste y sur invocando a los elementos correspondientes. En el altar estarán como siempre las velas de los elementos, la vara, el athame, la copa, la macetita o cuenco con sal, el pentáculo y el caldero, la/s estatuilla/s o vela/s centrales para la Diosa y el Dios.
En la Luna Menguada utilizaremos fuego dentro del caldero; en él echaremos los papeles donde habremos escrito previamente todo aquello de lo que nos queremos deshacer. Lo haremos diciendo:

"Diosa Anciana, de la Muerte, del Cambio, de la Reparación,
llévate todo lo que no es mío, las cargas que de otros llevo.
Y hazme ver las que son mías, y deshazlas desde el corazón.
Apaciguando mis penas con tu bálsamo protector".

Cuando las velas se apaguen es bueno "leer" las formas que quedan, nos pueden dar un mensaje sobre el tema que trabajamos en el ritual. Se despiden los elementos, se asienta la energía palmoteando en el suelo, se agradece a l@s Dios@s y se come y bebe en honor a la Anciana.
NO OLVIDEN TIRAR LAS VELAS FUERA DE SU CASA O ENTERRARLAS EN UN LUGAR ALEJADO.
Bendit@s sean!

martes, 12 de junio de 2012

Eckhart Tolle - "Una Nueva Tierra".

                                       
"La supresión del principio femenino, especialmente durante los últimos 2.000 años, le ha dejado el espacio al ego para imponer su supremacía en la psique colectiva de la humanidad. Aunque es obvio que también las mujeres tienen ego, éste encuentra terreno más fértil para echar raíces en la forma masculina en lugar de la femenina. Esto se debe a que las mujeres se identifican menos con la mente que los hombres. Permanecen en mayor contacto con el cuerpo interior y la inteligencia del organismo donde se originan las facultades de la intuición. La forma femenina está menos rígidamente encapsulada que la masculina, es más abierta y más sensible a otras formas de vida, y está en mayor sintonía con el mundo natural.

Si no se hubiera destruido el equilibrio entre la energía masculina y femenina en nuestro planeta, el crecimiento del ego se habría visto obstaculizado en gran medida. No le habríamos declarado la guerra a la naturaleza y no estaríamos tan completamente alejados de nuestro Ser.


Nadie conoce las cifras exactas porque no hay registros de la época, pero parece que durante un período de 300 años, el Tribunal de la Santa Inquisición torturó y asesinó entre 3 y 5 millones de mujeres. Esa institución fue fundada por la Iglesia Católica para suprimir la herejía. No hay duda de que, junto con el Holocausto, ese período se nos presenta como uno de los capítulos más sombríos de la historia de la humanidad. Bastaba que una mujer mostrara amor por los animales, caminara sola en los campos o los bosques, o recogiera hierbas medicinales, para que se la tildara de bruja y después se la torturara y quemara en la hoguera. La feminidad sagrada fue declarada demoníaca y prácticamente desapareció de la experiencia humana toda una dimensión. Otras culturas y religiones como el judaísmo, el islamismo y hasta el budismo, también suprimieron la dimensión femenina, aunque de manera menos violenta. La situación de la mujer se redujo a ser el vehículo para traer hijos al mundo y a ser propiedad del hombre. Los hombres que negaron nuestro aspecto femenino, incluso en su interior, pasaron a dirigir el mundo, un mundo totalmente desequilibrado. El resto es historia o más bien una historia de casos de locura.

¿Quién tuvo la culpa de este miedo por lo femenino, que puede describirse solamente como una paranoia colectiva aguda?

Podríamos decir que los culpables fueron los hombres, naturalmente. Pero entonces, ¿por qué en tantas civilizaciones precristianas como la sumeria, la egipcia y la celta las mujeres eran respetadas y no se le temía al principio femenino sino que se le veneraba? ¿Qué fue lo que hizo que los hombres se sintieran amenazados por las mujeres? El ego que evolucionaba en su interior. Sabía que solamente a través de la forma masculina podría controlar totalmente nuestro planeta y que, para hacerlo, debía inutilizar a la forma femenina.

Con el tiempo, el ego se apoderó también de la mayoría de las mujeres, aunque nunca pudo afianzarse tan profundamente en ellas como en los hombres.

Ahora vivimos una situación en la cual se ha interiorizado la supresión de nuestro aspecto femenino, incluso en la mayoría de las mujeres. Muchas de ellas, puesto que lo sagrado de lo femenino está suprimido, lo sienten en forma de dolor emocional. En efecto, se ha convertido en parte de su cuerpo del dolor, junto con el sufrimiento infligido a las mujeres durante miles de años a través del parto, las violaciones, la esclavitud, la tortura y la muerte violenta.

Pero las cosas están cambiando rápidamente. Muchas personas comienzan a tomar conciencia y el ego comienza a perder su dominio sobre la mente humana. Puesto que el ego nunca se arraigó profundamente en las mujeres, está perdiendo su ascendiente sobre ellas con mayor rapidez que sobre los hombres."