(Sobre un texto de Monica Gobbin publicado el 19/06/2012)
Aquehua , Amaterasu, Arinna, Sunna, Shemesh y Beiwe comienzan su viaje en el cielo llevando la promesa de fertilidad que nos permite esperar confiad@s en el regreso de su Luz y Calor. Por debajo de la Tierra, las raíces conservan la promesa de las futuras ramas. La Osa Soñadora en su cueva se dispone a soñar su Universo. Así, de a poquito, atravesaremos el Invierno, caminando hacia la Primavera. Como una nueva mañana en nuestra vida dónde, tal vez, veamos florecer nuestros pimpollos acariciados por la Madre Sol.
La noche más larga es un tiempo fructífero para establecer intenciones: Lo que se concibe ahora puede crecer con el Sol, y ganar impulso en la Primavera.
Festejando Yule (tomado de mi libro "Brujería siglo XXI, el Movimiento de la Diosa")
El salón donde se realiza el ritual está en penumbras. Sólo hay algunas
velas encendidas colocadas sobre el suelo. Los asistentes al ritual, la
sacerdotisa y el sacerdote se sientan en círculo alrededor del altar, que
estará decorado con los colores rojo, verde y dorado. Hay un árbol de cartón
pintado y decorado colgado en una de las paredes. Luego de abrir el portal
(cerrar el círculo) cada uno toma una vela negra y otra verde. Encienden la
primera y la colocan en el caldero, de modo que quedan todas las velas negras
encendidas. La sacerdotisa guía una
meditación para conectar con el silencio interior, con el vacío y la oscuridad
que preceden a todo nacimiento.
“Esta es la Noche del Solsticio, la más larga del año. Hoy triunfa la
oscuridad y aún así cambiará y se convertirá en luz. Todo se aquieta y espera
dentro del Caldero. Esperamos el amanecer, cuando la Gran Madre de a luz de
nuevo al Sol que nos traerá la promesa de un nuevo verano. Llamamos al sol
desde el vientre de la Noche”.
Al llegar la medianoche se encienden las luces y las velas verdes, las
cuales se colocan en el caldero al lado de las negras que siguen encendidas. El
sacerdote abre la puerta de calle para dejar que salga lo viejo y que entre lo
nuevo, la energía solar recién nacida. Se escriben en papeles de colores los
deseos y necesidades de cada uno para el año que comienza y se pegan en el
árbol. Con agradecimiento se cantan las canciones favoritas del coven, se
cierra el portal y se festeja compartiendo la comida y la bebida, danzando y
celebrando de la manera en que se les ocurra en ese momento.
Receta de
la bruja (comida para compartir después del ritual)
Pan de nuez
Batir un huevo con una taza y media de leche. Por otro lado, tamizar
una taza y media de azúcar, cuatro tazas de harina leudante, media cucharadita
de canela molida, igual cantidad de clavo de olor molido y una pizca de sal.
Agregar las nueces y el preparado de huevo y leche lentamente. Volcar
en un molde de budín enmantecado y enharinado y cocinar en horno moderado 55´.
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